Una ciudad originalmente conocida por el petróleo, el ganado y las actividades agrícolas, la economía de Dallas se ha convertido en una de las más estables de los Estados Unidos y ahora cuenta con las principales industrias de comunicaciones, transporte y finanzas. Gracias a esta diversidad y pese a la recesión del 2008 y la reciente caída en los precios del petróleo, la economía de Dallas pudo sostenerse bien. De hecho, continúa creciendo a un ritmo más rápido que el resto del país. Tanto la economía estable como el costo de vida relativamente bajo (en comparación con otras grandes ciudades) significan muchas oportunidades y una buena calidad de vida para los expatriados que buscan empleo.