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Preparación del parto cuando se vive en el extranjero

femme enceinte
Satura_ / Envato Elements
Escrito porHelena Delbecqel 23 Julio 2025

Dar a luz es una de las experiencias más poderosas y transformadoras que puede vivir una mujer. ¿Hacerlo en el extranjero? Eso añade una capa completamente nueva de emociones y complejidad. Desde afrontar el parto en otro idioma hasta adaptarse a prácticas médicas y cuidados posnatales desconocidos, los padres expatriados suelen ver puesta a prueba su resiliencia y capacidad de adaptación. Entonces, ¿cómo prepararse para este momento crucial mientras se vive en el extranjero y qué aspectos conviene tener en cuenta?

Dar a luz en el extranjero: Entre la necesidad y el “turismo de nacimiento”

Cada vez más familias expatriadas viven la experiencia de dar a luz fuera de su país de origen. Aun así, la idea de tener un bebé en un país extranjero puede generar ansiedad. Una compartió sus pensamientos en un foro: “Es muy duro estar lejos de mis padres y de mi cultura. Me entristece que mi madre no esté aquí para los primeros días y momentos importantes. En general, siento que los expatriados enfrentamos muchos desafíos al pasar por un embarazo en el extranjero”.

Mientras que algunas personas se ven obligadas a dar a luz en el extranjero por necesidad, otras lo eligen deliberadamente. A esto se le conoce comúnmente como turismo de nacimiento, y es especialmente habitual en países como Estados Unidos y Canadá. Un analizó por qué algunas mujeres nigerianas optan por dar a luz en América del Norte. Sus razones suelen incluir la posibilidad de asegurar la ciudadanía del bebé (gracias a las leyes de nacionalidad por nacimiento) y beneficiarse de lo que perciben como una atención médica de mayor calidad.

¿Cuáles son los beneficios de dar a luz en el extranjero?

Acceso a atención médica de alta calidad

“En EE.UU. estaba rodeada por dos o tres profesionales sanitarios. El médico se quedó a mi lado. La diferencia tecnológica con respecto a mi país de origen era enorme. Todo estaba monitoreado constantemente y me informaban durante todo el trabajo de parto”, declaró una mujer nigeriana en el .

Muchas mujeres embarazadas comparten esta esperanza de acceder a hospitales mejor equipados y profesionales altamente cualificados cuando dan a luz en el extranjero. Países con sistemas sanitarios avanzados, como los escandinavos, son frecuentemente elogiados por sus instalaciones modernas y altos estándares en la atención materna.

Cobertura de los costes del embarazo y el parto

En muchos países, los sistemas de salud pública ofrecen una cobertura completa de los gastos relacionados con el embarazo, incluyendo los controles prenatales y la atención posnatal.

Una compartió lo sorprendida que estaba por el nivel de apoyo recibido: “Mi matrona me hizo un seguimiento muy frecuente y minucioso, y todo estaba cubierto por mi seguro médico alemán”.

, por ejemplo, proporciona una atención posnatal extensa a través de su seguro médico legal. Las nuevas madres tienen derecho a al menos dos visitas domiciliarias diarias de una matrona durante los primeros once días después del parto, y este apoyo puede extenderse hasta doce semanas. No se necesita seguro privado ni servicios adicionales.

Un enfoque menos medicalizado

En algunos países, el parto sigue un modelo más natural, con menos intervenciones. En los Países Bajos, por ejemplo, solo alrededor del 20% de las mujeres optan por la epidural, frente al 82,7% en . Los partos en casa también siguen siendo relativamente comunes: aproximadamente una de cada seis mujeres neerlandesas da a luz en su domicilio.

Dicho esto, las prácticas de parto varían considerablemente entre países. No todas las experiencias son sencillas y algunos desafíos pueden ser difíciles de afrontar.

Desafíos de dar a luz en el extranjero

Barreras lingüísticas y culturales

Sophie recuerda haber asistido a clases prenatales en Alemania poco después de llegar, con un conocimiento muy básico del idioma. Tuvo que aprender rápidamente términos médicos y desenvolverse con una gramática limitada. La experiencia fue estresante, sobre todo cuando sentía que mucha información se le escapaba.

Las diferencias culturales se hacen aún más notorias tras el nacimiento. En Francia, es habitual que las madres regresen al trabajo tan pronto como finaliza su baja legal. En Alemania, en cambio, las mujeres que dejan a sus bebés en la guardería demasiado pronto pueden ser juzgadas duramente, llegando a recibir el calificativo de Rabenmutter, o “mala madre”.

Diferencias en los protocolos médicos

Aun con buen dominio del idioma, los padres expatriados pueden encontrarse con procedimientos médicos desconocidos. Los protocolos en torno al embarazo y el parto suelen variar mucho entre países.

Por ejemplo, el número de ecografías requeridas varía según el país. En algunos lugares, ciertos exámenes son obligatorios, mientras que en otros son opcionales. Asimismo, procedimientos como cesáreas o episiotomías se gestionan de manera distinta dependiendo de las directrices médicas locales y los estándares de atención.

Estar lejos de la familia

El posparto puede ser emocional y físicamente exigente, y sin el apoyo de familiares cercanos, muchas madres expatriadas se sienten aisladas y sobrepasadas por el cuidado de un recién nacido. “Mis padres vinieron a visitarme durante dos semanas tras el nacimiento de mi bebé. Cuando se fueron, fue una pesadilla. Cuidar a un recién nacido sola fue agotador (mi pareja tenía muy pocos días de permiso). Cuando mi bebé recibió las vacunas de los dos meses, volé a España para pasar el resto de mi baja maternal con mi familia”, comparte una .

Para las familias con hijos mayores, los desafíos se multiplican. Sin parientes cercanos, organizar quién cuidará de los hermanos mientras la madre está en el hospital se convierte en una preocupación importante.

Consejos para una experiencia de parto fluida en el extranjero

Elegir el hospital adecuado

Comienza investigando hospitales y clínicas en tu zona. Si es posible, visítalos en persona. Muchas instalaciones ofrecen jornadas de puertas abiertas o sesiones informativas donde se puede recorrer la maternidad y hablar con el personal. Asegúrate de comprobar si cuentan con una unidad neonatal de urgencia, por si acaso.

Una vez elegido el hospital, normalmente se te pedirá que regreses antes del parto para completar algunos trámites administrativos. Es mejor hacerlo con antelación que el mismo día del parto. En este momento también puedes compartir tu plan de parto, indicando tus preferencias, como si deseas una epidural, posiciones específicas o la presencia de tu pareja durante el alumbramiento.

Planifica los costes y la cobertura médica del bebé

Además de los costes del parto, asegúrate de informarte sobre la cobertura médica del bebé después del nacimiento. Tendrás que inscribirlo en tu sistema de seguro médico, ya sea público o privado. También es importante revisar los límites de cobertura —especialmente para estancias neonatales— y comprobar si el hospital elegido está dentro de la red de tu seguro. Algunas aseguradoras ofrecen opciones de facturación directa, lo que puede evitarte adelantar grandes cantidades.

Registrar el nacimiento ante las autoridades competentes

En la mayoría de los países, los ciudadanos extranjeros deben registrar el nacimiento de su hijo ante el registro civil local, no directamente en la embajada o consulado de su país de origen. Por ejemplo, un debe registrar el nacimiento ante las autoridades alemanas. Este paso es obligatorio, según la Embajada de Francia en Alemania.

Para obtener un certificado de nacimiento francés, los padres deben solicitar una transcripción del certificado de nacimiento alemán. Esto puede hacerse por correo o en línea a través de los servicios consulares franceses, sin necesidad de acudir en persona a la embajada o consulado.

Ten en cuenta que los plazos para declarar el nacimiento varían según el país, y suelen oscilar entre 3 y 30 días tras el parto. Es recomendable contactar con tu embajada o consulado con antelación para saber cómo y dónde realizar el trámite.

Conectar con otras madres

Si estás lejos de tu familia, conectar con otras madres locales o expatriadas puede ser de gran ayuda. Busca grupos de apoyo centrados en la lactancia, el posparto o experiencias compartidas. Muchas ciudades organizan encuentros para madres o sesiones grupales. Las maternidades y ginecólogos suelen compartir esta información. También puedes consultar la web de tu ciudad.

Los grupos en línea también son útiles. Facebook y foros de crianza ofrecen consejos, recomendaciones de pediatras y apoyo práctico.

Conoce el marco legal sobre el nacimiento y la nacionalidad

Dar a luz en el extranjero también implica conocer las implicaciones legales, especialmente en cuanto a la nacionalidad del bebé. Algunos países, como EE.UU., aplican el jus soli (derecho de suelo): cualquier niño nacido en territorio estadounidense se convierte automáticamente en ciudadano del país, independientemente de la nacionalidad de los padres (según la Enmienda 14 de la Constitución). Hay que estar al tanto de las posibles implicaciones legales y fiscales asociadas, especialmente si se es ciudadano estadounidense.

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Sobre

Licenciada por el Ministerio de Educación francés y áter II en Política lingüística, he tenido la oportunidad de vivir en Japón y China, y actualmente resido en Alemania. Mis actividades giran en torno a la redacción, la docencia y la gestión de programas.

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