De acuerdo con dlcarlos. Ese fenómeno del amor al plástico (y otros materiales desechables) es común en ղá. El grueso de la población no separa basuras ni recicla, pero los centros de reciclaje son muy eficientes. Mi mujer y yo andamos con recipientes, bolsas y tazas reutilizables a todas partes y nos miran como extraterrestres, aunque hemos hallado interés en algunas personas. También compostamos cuanto material orgánico se nos atraviesa con excepción de la humanaza (está en los planes incluirla), así que no generamos desechos orgánicos.
Por otro lado, a nivel más macro si quiero hacer notar que la inteligencia cultural está muy por encima de los occidentales. Los bosques aquí son aun alucinantes siendo un territorio tan pequeño con una población tan alta (algo que también vi en Hong Kong). Viví una temporada en Nueva Zelanda que tiene un tamaño 10 veces mayor y una población de 4 millones, y desde la llegada de los ingleses se cargaron dos terceras partes de los bosques originales. En ese aspecto, yo alucino con ver aun la veneración que tienen a los espíritus de la naturaleza y la cantidad de santuarios en su honor (que por desgracia, muchos están llenos de basura)... Ayuda también que esta no es una cultura de carne vacuna ni lácteos, uno de los principales factores de deforestación en el mundo.
Nosotros practicamos y enseñamos permacultura, que hasta hoy es uno de los movimientos que ofrece un abanico de estrategias y técnicas más amigables con natura y estamos conectados con individuos y grupos locales que también la practican.