
Cuando las empresas envÃan a sus empleados al extranjero, por lo general siguen siendo los hombres los que se encargan de estos proyectos. A pesar de que se habla mucho de ello, siguen siendo mayoritariamente las mujeres las que dejan su propio trabajo y siguen a su pareja al extranjero por su trabajo.
Pero, por supuesto, existen: los modelos de conducta. Las que inician su carrera en el extranjero por sà mismas o son enviadas por las empresas. He hablado precisamente con estas mujeres y les he preguntado por sus motivaciones y sus retos. En este artÃculo, revelo lo que motiva a estas mujeres. Por qué se abren paso contra toda discriminación y probabilidad y se atreven a emprender el camino profesional en el extranjero.Â
Trasladarse al extranjero contra todo pronóstico
Hablé con 30 mujeres sustentadoras, y las razones para trasladarse al extranjero han sido múltiples. Alrededor del 50% de las participantes en el estudio tenÃan razones privadas para irse al extranjero. Entre ellas, por ejemplo, el amor, el desarrollo personal, el deseo de vivir en un paÃs extranjero o, en un contexto más serio, vivir en un entorno más seguro. Especialmente las mujeres de América del Sur señalaron que buscaban un nivel de vida más alto en Europa y querÃan ser económicamente independientes. Sin embargo, otras, especialmente las mujeres de Europa y Asia, se sienten atraÃdas por proyectos profesionales. O bien su carrera en casa se ha estancado y esperan que los proyectos en el extranjero tengan un efecto positivo en su salario y posición, o bien buscan tareas más desafiantes o les resulta difÃcil coordinar familia y carrera en su paÃs de origen.
Por qué las mujeres se trasladan al extranjero: En sus propias palabras
El estudio realizado es tan valioso en términos de calidad porque las mujeres dan su opinión directamente y sin filtros. En numerosos puntos del informe, dejé que las mujeres hablaran directamente, y compartieron con mucha honestidad y autenticidad sus motivaciones, experiencias y desafÃos. A continuación, algunas citas de mujeres sobre sus motivos para trasladarse al extranjero. Se puede ver lo diversas que pueden ser las razones:
"Mi carrera en Alemania estaba un poco estancada en ese momento, y la asignación al extranjero era una gran oportunidad profesional. Básicamente, me interesaban los paÃses escandinavos y tenÃa curiosidad por la vida en el extranjero, pero también querÃa el reto y dar un empujón a mi carrera."
"Definitivamente, el crecimiento personal y profesional. QuerÃa vivir en el extranjero porque lo considero una experiencia valiosa en un mundo cada vez más global. Profesionalmente, estoy en una empresa global, y también veo importante haber estado en el extranjero. La curiosidad por los paÃses extranjeros también, pero sobre todo, querÃa ampliar mi formación privada y profesional."
"En el Reino Unido era difÃcil que te tomaran en serio, sobre todo como joven profesional, y querÃa ver si otras culturas son iguales".
"Me encanta Brasil, pero después del cuarto robo frente a mi edificio, decidà mudarme al extranjero".
"Corea del Sur es un paÃs conservador, y yo querÃa liberarme y vivir en un paÃs sin limitaciones".
"Mi filosofÃa: Nunca seré rico, pero sà rico en experiencias. Vivir en el extranjero forma parte de mi lista personal de deseos".
La expatriada accidental
Aunque los ejemplos anteriores demuestran que los motivos para hacer carrera en el extranjero pueden ser múltiples, también hay otro detonante. Una carrera internacional no surge por casualidad. Muchas mujeres han tomado su destino proactivamente en sus manos, escribiendo solicitudes por iniciativa propia o expresando su interés a su empleador en un proyecto en el extranjero. Pero algunas mujeres han tropezado con esta aventura más bien por casualidad. Especialmente como coach de Expat Partner, me encuentro una y otra vez con mujeres para las que vivir en el extranjero fue una sorpresa y que, o bien lo acogieron con los brazos abiertos, o bien lo rehuyeron. Al hablar con estas 30 mujeres, también me encontré con algunas que no querÃan ir al extranjero de forma proactiva. A estas mujeres se les ofreció una oportunidad; fueron convencidas por su empleador o se encontraron de repente en el papel de socias expatriadas. Estos comentarios describen muy bien esta situación
"Me enamoré, para ser completamente sincera, y decidà trasladarme a Roma por él. Después, fueron las oportunidades las que desencadenaron este estilo de vida global".
"Siempre quise ir al extranjero, pero nunca lo perseguà realmente y no tuve el valor. Pero mi banco (empleador) siempre tuvo un banco asociado en Nueva York y necesitaba a alguien, y me ofrecieron el trabajo. Rechazamos una vez porque Estados Unidos no nos atraÃa, pero aceptamos la segunda oferta".
"Tengo que ser sincero y decir que realmente no tenÃa ninguna motivación para ir al extranjero. Estaba muy contento con mi trabajo en Alemania. Pero siempre fue una regla no escrita que hay que ir al extranjero una vez para hacer carrera. Y cuando me lo pidieron, acepté".
Trasladarse al extranjero como solución a las expectativas sociales restrictivas
Aunque las motivaciones para irse al extranjero son muy diversas, la mayorÃa de las mujeres buscaban mejorar su situación de vida actual y escapar de las constrictivas expectativas sociales. Ya sea por unas perspectivas profesionales poco prometedoras, por la falta de servicios de guarderÃa, por la visión social restrictiva de ser una "madre trabajadora" o por no sentirse cómodas caminando por la calle como mujer durante la noche.Â
Si quiere saber más de estos 30 modelos de conducta, puede descargar el estudio gratuitamente.
¿Vives ahora en el extranjero o piensas hacerlo? ¿Cuál es su motivación para hacerlo? Compártalo con nosotros en los comentarios.